domingo, 26 de agosto de 2012

Simón Petit



Simón Petit



Bajo la Grúa




IX

Ponte la máscara
que esta luz te deja en la sombras.

Luz palabra
                            palabra hecha fuego.

Del fuego
un punto que une esos cuerpos
que vienen de lejos.

Aquí comienza el ritual
con el toque de la varilla,
en el entretanto de la llama
se hace otra ciudad
que cuelga en la pared de una oficina
y nosotros adentro
juntando cuerpos
en la soledad de las esquinas.



XX

Nosotros que andamos con Azufre

nos hicimos pájaro
y salimos del pozo
a dar brincos por la calle.

Y nos fuimos con el viento
a echarnos agua en la cara
y de los rostros salía humo
porque era puro fuego.

Entonces a los demás les dio miedo
y se fueron volando también
pero el otro día los agarró el jefe
y los metió en el pozo
hasta que sonó el pito.

Entonces venían amarillos
y se hicieron soles
por la noche.



XXI

Y aprendía a tomar agua con el casco
a tragar tierra
a comer grasa
y a insultar a los demás
y besar la rocola
y no recuerdo que más



Y también aprendí
que un hombre sin estudios
o con ellos
es un ser incompleto.



Refinería  Amuay



Sobre el Andamio 



1

Aquí hace algún tiempo
retozaban los pájaros
de rama en rama.
Habitaba la serpiente sonora
y el saurio hambriento.
las cabras solían posarse en el risco
a contemplar el mar de Paraguaná.

Pero llegaron hombres de blanca piel
y amarilla testa
buscando petróleo, mar profundo y tierra firme.
Entonces hicieron
esta pequeña Manhattan
que vemos desde la casa
o desde cualquier punto lejano
cuando la noche es más oscura.
A partir de ese momento todo ha cambiado.
Y el cielo azul que fue un día
ahora es sólo cielo
para el contraste de los humos.

La mañana vaporosa es costumbre de estos lados.

También las oraciones
pidiendo salud por los hijos y esposos.
Clemencia a Dios para que falle la refinería
y así poder trabajar.

Maldita contaminación
que alimenta a mi familia.



4

Sólo aquel que deja caer el mazo
sobre cemento y metal,

aquel que sube bajo el sol
babeles bailantes
y sobre el riel como un equilibrista se mece
a 40 metros de altura.

Sólo el que acopla andamiajes
y ensucia sus manos
con excremento diabólico
y aquel
cuyo ácido sudor
es ferrosa humedad del día,

puede entender el sabor
de ésta cerveza.



8

Cuando los alcoholes convergen en el sueño
conviene prevenir
el malestar del día siguiente:
sonido estridente de motores
corneteo de vehículos
alteración del pulso
que busca emparejar
tras la misma barra.

Pero entre quienes acudimos
mecánicamente a esta rutina
del templo nuestro,
lo más grave se presenta
al desafiar los conjuros
invocando más tiempo
para escapar del jefe
y sus secuaces
del chequeador
del tarjetero
etc.

Y entre todos
formamos un movimiento
orgullo de Marx y otros camaradas
que por cosas de la noche
se nos olvida
al llegar la mañana.



6

Venimos por obra y gracia del supremo
quien nos puso
en los hornos
Que albergan el fuego y el aceite
De los antiguos..

Llegado el momento
los rostros cubiertos de hollín
semejan a una tribu lejana.
Preparados para la guerra
nos enfrentamos al jefe
que nos indica
que apenas comienza el castigo.

Pero nosotros
hombres de petróleo y azufre
no tememos al destino.
Nuestro hermano Sol
y nuestra hermana Luna
son testigos

Ellos beberán las cenizas
cuando la hora del brindis
llegue.






Simón Petit (Punta Cardón, Venezuela, 1961) Poeta, ensayista y guionista de cine. Ha publicado varios libros de poesía, entre los que destacan: Bajo la grúa (1991), Otros a la intemperie (1992), Bajo la grúa sobre el andamio (1999). Ha recibido varios premios y reconocimientos por su trabajo poético y cinematográfico. También ha estado vinculado a proyectos culturales y editoriales en la ciudad de Paraguaná en el estado Falcón, Venezuela. 










































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