Esteban Moore |
Las últimas horas del día
Las primeras
sombras comienzan a deslizarse
sobre los
dorados y resecos
/rastrojos de trigo
En la media
luz de un sol que se apaga lejano
se oye el
canto de los teros
Quién canta
primero- el macho o la hembra
- cuestión ornitológica
de difícil respuesta-
También
podríamos preguntarnos
si es canto o
alarma
Un mutuo y prematuro
alerta
-ante tu presencia
Pregonando qué
peligros
al borde de la
laguna de estáticos juncales
sobre los que
pronto reinará profunda
/la oscuridad
Un ladrido distante
se suma al canto agudo -desgarrado
/de los teros
otros perros
-que tampoco vemos- contestan al unísono
¿Dónde están?
¿ Por qué ladran?
A rumbo abierto
Anduve la
tendida llanura de la cuenca del Salado
sus rutas -sus
caminos -sus canales hinchados de agua
Dormí bajo
estrellas y lunas envueltas en bruma
En el valle
del Río Negro me obsequiaron
manzanas
/del tamaño de
una calabaza
Apagué mi sed
en las heladas aguas del Ñiriguau
Todo esto
recuerdo hoy aquí a la ribera del Paraná
y también
los gemidos de
un moribundo en un hospital de campaña
la furia del
viento en los grandes eucaliptos
el brillo
ardiente de aquellos ojos claros
Todo esto
recuerdo mientras observo los buques
/que navegan lentos
contra la corriente
y celebro en
silencio:
el buen sol -
la brisa suave -el vino fresco
-la
palabra mar
El sillón
El viejo
sillón de un cuerpo
fue embarcado
en Liverpool en los años 20
Luego de
atravesar el impredecible Atlántico
llegó al
puerto de Buenos Aires
desde allí fue
transportado
a los salones
de venta de Thompson y Cía.
donde sus
formas victorianas
/cautivaron a mi abuela
A partir de
ese día debió de soportar durante más de
medio siglo
en el barrio
de Belgrano -los húmedos rigores del clima rioplatense
Hoy está
ocasionalmente en mi casa esperando al tapicero
-sus brazos gastados dejan ver la amarronada
estopa
La tela
descolorida como la piel de un viejo guerrero expone
/ cicatrices de
índole y tamaño variado
Costuras, el
zurcido de punto grueso en el almohadón
que pretende ocultar una quemadura
de cigarrillo
--mi abuela siempre sospechó de uno de mis
tíos
quien solía quedarse dormido en él mirando
televisión
Ahora, desde
su provisorio sitial
impasible -pulsa desordenadamente las teclas
de mi memoria
trayéndome
imágenes vacilantes -voces remotas -amores perdidos
tardes
que creía olvidadas
mientras
aguarda su renovación --una nueva piel
--floreada --colorida
la cual --ambos deberíamos saberlo
--no eclipsará
nuestros recuerdos domésticos
que aún habrán de marchar como
siempre lo han hecho
/ a contrapelo de la historia
Esteban Moore junto a VMP. Valencia, Venezuela, junio -2012 |
Esteban Moore nació en Buenos Aires, Argentina, en 1952.
Poeta, traductor y periodista. En poesía ha publicado: La noche en llamas (1982); Providencia
terrenal (1983), Con Bogey en
Casablanca (1987), Poemas 1982-1987
(1988), Tiempos que van (1994), Instantáneas de fin de siglo
(Montevideo, 1999, Mención Honorífica, Premio Municipal de Poesía de Buenos
Aires), Partes Mínimas (Mar del
Plata, 1999), Partes Mínimas y otros
poemas (Buenos Aires, 2003. Segundo Premio Fondo Nacional de las Artes). En
2004 el Fondo Nacional de las Artes publicó una selección de su obra, Antología
poética, en la
Colección Poetas argentinos contemporáneos. Ha realizado la
traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, James
Laughlin, Craig Czury, Sam Hamill, Charles Bukowsky, Raymond Carver, Dylan
Thomas, Allen Ginsberg, W.H. Auden, Jack Kerouac, John F.Deane, Gregory Corso,
Gary Snyder, Bill Berkson, Anne Waldman, Andrei Codrescu y Seamus Heaney, entre
otros. Ha participado los festivales de poesía de Medellín, Colombia;
Montevideo, Uruguay; Rosario, Argentina; y fue invitado a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied
Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción
y a la Schüle fur
Dichtung in Wien, Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción.Su
obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, alemán, lituano y
portugués e incluida en diversas antologías. Es corresponsal de la revista
Poesía en Argentina.
Qué refrescante leer tu poesía Esteban Moore. "A Rumbo Abierto" es un poema de gran factura. Hablo de él, no porque los otros no lo sean sino porque ese precisamente me llega y cala hondo. "El Sillón de la Abuela" me encanta...Un abrazo poeta
ResponderEliminarRafael Patiño Góez