La Vida
Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto del río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave,
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor, no lo recuerdo.
¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión, bajo la luna?
¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?
Veintidós años... Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma... Escribo
a tientas: “el mar”, “el campo”...
Digo “bosque” y he perdido
la geometría del árbol.
Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron
(no puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario)
VMP junto a Marcos Ana. Medellín, Colombia, 2008 |
Maros Ana nació en Aleonada, una pequeña aldea de Salamanca, en 1920, en el
seno de una familia pobre de jornaleros del campo. Su vida ha estado marcada
por una pasión constante en defensa de los oprimidos y desheredados y una
entrega absoluta a su ideal comunista. Desde su primera juventud, luchó del
lado republicano, durante la guerra civil española. Al terminar ésta, en 1939,
fue detenido, junto a millares de demócratas, y condenado a muerte. Permaneció
encarcelado durante 23 años ininterrumpidos: toda su juventud y la mitad de su
vida. En esa Universidad dolorosa escribió los poemas que traspasaron las
cárceles y llevaron su nombre a través del mundo, contribuyendo a desencadenar
una campaña de solidaridad en su favor. Fue uno de los primeros presos
políticos españoles defendidos por Amnistía Internacional. Al ser liberado en
1961, Marcos Ana recorrió Europa y gran parte de América, siendo recibido en
Parlamentos, Universidades y centenares de concentraciones populares,
promoviendo y organizando la solidaridad con los presos políticos y sus
familias y denunciando las prácticas fascistas que, por entonces, se realizaban
en España. Fundió y dirigió en París, hasta el final de la dictadura
franquista, el Centro de Información y solidaridad con España (CISE), que
presidió Picasso. Apoyado por personalidades de la cultura y la política
europeas, este Centro organizó la defensa de los derechos humano, la acción por
la Amnistía
general y la ayuda moral y material a todas las víctimas de la represión
política.
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